Y hoy es Domingo y debía ser un Domingo como los demás o sea, los creyentes que vayan a su misa dominguera y los no creyentes, que vayamos de procesión por la madre naturaleza y así, nos quedaríamos todos contentos y dichosos. Pero al parecer también hay Domingos de malas noticias y una sigue a la otra y la otra se continua con otra. Ya sabéis de que va el tema, una mala noticia y a continuación te vienen 50 y tú como un puto jabato luchando para salir medio vivo de semejante ataque maquiavélico y porque al principio la cuestión está en como salvar tu pellejo y no acabar destrozado. Bueno, el famoso tiempo o el tiempo necesario para que las cosas se posen y sedimenten y para después, intentar ir de una en una y como si deshojaras una puta margarita.
Pues aún así y todo, el día está precioso, luce espléndido el sol y luce como en esos días especiales y en donde se instala la calma después de toneladas de lluvia y todo está maravillosamente limpio y si respiras a fondo y hasta el oxígeno del medio ambiente te penetra como un cuchillo afilado. Pero los humanos somos así y en cambio de disfrutar del mar, del cielo, del aire, de los verdes prados, nos ponemos ñoños y venga a sacar problemas de la chistera. Y lo que no saben el resto de los humanos, es que a mi nadie me tumba y parece que cedo terreno y parece que estoy confundido, pero por dentro, yo lo tengo muy claro y porque todo eso es un puro espejismo, pues por dentro me estoy remontando y afilo mis cuchillos.
Y ya sé que lo mío es contestar en plan automático, pero también es verdad que hay días que antes de contraatacar prefieres pensar las cosas dos veces y porque a veces te la juegas demasiado o porque simplemente no estás tan claro y supongo que para esto han inventado lo de la meditación, bueno para eso y para que algunos puedan vivir de ese negociete...pero bueno, yo tengo a la naturaleza al lado de mi casa y doy cuatro pasos y ya tengo al mar, al sol y a la brisa marina...y entonces, puedo ver como mis pensamientos se bañan en las aguas cristalinas.
Pues aún así y todo, el día está precioso, luce espléndido el sol y luce como en esos días especiales y en donde se instala la calma después de toneladas de lluvia y todo está maravillosamente limpio y si respiras a fondo y hasta el oxígeno del medio ambiente te penetra como un cuchillo afilado. Pero los humanos somos así y en cambio de disfrutar del mar, del cielo, del aire, de los verdes prados, nos ponemos ñoños y venga a sacar problemas de la chistera. Y lo que no saben el resto de los humanos, es que a mi nadie me tumba y parece que cedo terreno y parece que estoy confundido, pero por dentro, yo lo tengo muy claro y porque todo eso es un puro espejismo, pues por dentro me estoy remontando y afilo mis cuchillos.
Y ya sé que lo mío es contestar en plan automático, pero también es verdad que hay días que antes de contraatacar prefieres pensar las cosas dos veces y porque a veces te la juegas demasiado o porque simplemente no estás tan claro y supongo que para esto han inventado lo de la meditación, bueno para eso y para que algunos puedan vivir de ese negociete...pero bueno, yo tengo a la naturaleza al lado de mi casa y doy cuatro pasos y ya tengo al mar, al sol y a la brisa marina...y entonces, puedo ver como mis pensamientos se bañan en las aguas cristalinas.
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