Pues ya voy a dar el finiquito y voy a clausurar éste Domingo día 3 día Abril y porque son casi las 10 de la noche y a éstas hora estoy hecho unos zorros. Y es que ya no soy el de antes, antes cuando era un ave nocturna y noctámbula y buscaba en el silencio de la noche mis mejores momentos y yo creo que por el día, sólo dormitaba. Yo, en mis tiempos de estudiante, estudiaba de noche y era raro el día en que me acostaba antes de las 6 de la mañana, bueno a veces lo hacía y porque las circunstancias me lo reclamaban. Pero bueno, yo amaba la noche y de noche hacía casi de todo: estudiaba, follaba, me cortaba las uñas de pies y manos, pensaba, meditaba, comía y cenaba y lo que se terciara.
Más adelante y por exigencias del guión de la vida, tuve que ir cambiando mis insanas costumbres y claro y hasta que me encontré de bruces con los trabajos de la noche, o sea con las putas guardias de médico de urgencias y de nuevo me tuve que reconciliar con la noche, pero a esas alturas ya estaba más acabado y cansado y aguantaba a lo sumo, hasta las 3 de la mañana o hasta que venía algún cretino que le dolía el tobillo o los huevos desde hace tres días y claro, que mejor hora para ir al médico que a las 5 de la mañana y perdone doctor que le haya despertado y tú le perdonabas soltando un sonoro gruñido de oso dormido.
Pues que para que después se diga que no cambiamos a lo largo de la vida y yo que era un militante radical de la noche, pasé a ser un alucinado del día. Y aquí, como en casi todo, no hay puntos medios y soy medio diurno y a la vez, soy medio nocturno y lo digo, porque yo lo intenté e intenté ser de una cosa y de la otra y el resultado fue un puto desastre: insomnio de noche y adormilado por el día y con una empanada mental que te cagas...y entonces comprendí que tenía que escoger: o noches o días y la moneda cayó de cara al día. Por tanto a éstas horas sólo me queda desearos ¡muy buenas noches!.
Más adelante y por exigencias del guión de la vida, tuve que ir cambiando mis insanas costumbres y claro y hasta que me encontré de bruces con los trabajos de la noche, o sea con las putas guardias de médico de urgencias y de nuevo me tuve que reconciliar con la noche, pero a esas alturas ya estaba más acabado y cansado y aguantaba a lo sumo, hasta las 3 de la mañana o hasta que venía algún cretino que le dolía el tobillo o los huevos desde hace tres días y claro, que mejor hora para ir al médico que a las 5 de la mañana y perdone doctor que le haya despertado y tú le perdonabas soltando un sonoro gruñido de oso dormido.
Pues que para que después se diga que no cambiamos a lo largo de la vida y yo que era un militante radical de la noche, pasé a ser un alucinado del día. Y aquí, como en casi todo, no hay puntos medios y soy medio diurno y a la vez, soy medio nocturno y lo digo, porque yo lo intenté e intenté ser de una cosa y de la otra y el resultado fue un puto desastre: insomnio de noche y adormilado por el día y con una empanada mental que te cagas...y entonces comprendí que tenía que escoger: o noches o días y la moneda cayó de cara al día. Por tanto a éstas horas sólo me queda desearos ¡muy buenas noches!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario