Hay veces que sobran las aclaraciones, porque sabiendo el resultado ya no quieres aclaraciones, porque suelen ser falsas disculpas o falsos motivos, porque son adornos florales que sólo adornan y no cambian el resultado. Para mi no suavizan nada, es más, agudizan más las cosas y porque me suenan a cuento chino. Si tú has hecho una cosa, asúmela y traga con ella, pero al que has jodido déjalo en paz en medio de su silencio, porque el silencio es respecto y el silencio debía ser todo un mandamiento. Y ¿como se puede explicar el silencio?...pues con más silencio, el silencio lleva al silencio y ese es su orden natural. Hablar más, matizar más, decir por decir, disculparse con más perdones, no te llevan a nada.
Y yo ahora y por mis cosas, estoy haciendo el voto del silencio, porque no quiero oír hablar de ciertos temas y porque ya rayan y chirrían y sobre todo, porque no quiero. A veces la solución está en el puto silencio, porque en el silencio analizas y digieres mejor las cosas y porque estás harto de tanto palabrerío. Yo quiero hechos o mejor dicho, yo quería hechos, porque una vez que me he comprometido con el silencio, ya no hay vuelta atrás. Y yo me comprometo con el silencio, cuando las palabras están desgastadas, cuando los buenas intenciones se quedaron en simple palabrerío y cuando las dudas no fueron resueltas y amén...
Y es que en el silencio yo me desenvuelvo como pez en el agua y porque nací en silencio y me moriré en silencio y en vida, quiero tener mis momentos de silencio, silencio de sonoras palabras, porque escritas, claro que no. Porque hablar no se puede hacer en silencio y en cambio, el escribir está dentro del silencio, por lo menos lo está dentro del mío, de mi silencio...que es lo más parecido al silencio de los cementerios y porque algo o alguien ha muerto. Y de nuevo, ¡AMÉN! y que ¡DESCANSE EN PAZ!.
Y yo ahora y por mis cosas, estoy haciendo el voto del silencio, porque no quiero oír hablar de ciertos temas y porque ya rayan y chirrían y sobre todo, porque no quiero. A veces la solución está en el puto silencio, porque en el silencio analizas y digieres mejor las cosas y porque estás harto de tanto palabrerío. Yo quiero hechos o mejor dicho, yo quería hechos, porque una vez que me he comprometido con el silencio, ya no hay vuelta atrás. Y yo me comprometo con el silencio, cuando las palabras están desgastadas, cuando los buenas intenciones se quedaron en simple palabrerío y cuando las dudas no fueron resueltas y amén...
Y es que en el silencio yo me desenvuelvo como pez en el agua y porque nací en silencio y me moriré en silencio y en vida, quiero tener mis momentos de silencio, silencio de sonoras palabras, porque escritas, claro que no. Porque hablar no se puede hacer en silencio y en cambio, el escribir está dentro del silencio, por lo menos lo está dentro del mío, de mi silencio...que es lo más parecido al silencio de los cementerios y porque algo o alguien ha muerto. Y de nuevo, ¡AMÉN! y que ¡DESCANSE EN PAZ!.
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