Ahora vengo de desayunar y en el mismo sitio de siempre, es que hay cosas que yo no cambio y mi bar del desayuno no lo cambio por nada. Y seguramente esteis pensando que esa bar debe ser una preciosidad o que tiene muy buenas vistas o que es muy cómodo o yo que sé...porque la verdad, es que no tiene nada de esto y tiene una barra y unas mesas y su decorado es tirando a lo cutre y sus vistas son una mierda y la única comodidad que tiene es que está al lado de mi casa. Pero como pasa en la vida a las cosas feas también se le coge cariño y yo creo que se le coge más cariño que a las cosas guapas, porque para mi su encanto reside es que un bar y un bar de toda la vida, con su mobiliario cutre, con su gran barra desangelada, con ese tono ocre que cogen las cosas viejas y usadas, con sus partidas de dominó y ya de buena mañana.
Claro que no todo es el decorado e influye y mucho, que el desayuno que te sirven que esté muy rico y esa tostada maravillosa y ese buen café de máquina usada y ese ambiente lleno de diversos olores, desde ese olor a tabaco a aromas del buen café. Y parece mentira que esté a 50 metros del mar y que por tanto no me vaya a un bar que tenga vistas al hermoso mar, pero, pero...pero yo creo que los sitios no los elijo yo, ellos me eligen a mi y yo simplemente, me dejo querer por ellos, vamos, que me dejo querer y el resto de ese querer lo ponen las personas que acuden al bar.
Viejos y jóvenes, más viejos y menos viejos (como yo) y todo circula como tiene que circular o sea, en plan anárquico y desordenado, pero siempre funcionando. Y no podía acabar mi perorata sin mencionar a mi querido camarero del alma, al que tiene un sentido del humor desbordante y con el que me río de buena gana todas las mañanas, mi querido camarero y amigo, pues he llegado a un punto en que no se diferenciar entre lo rico que hace el café con leche o lo que me hacen reír las tonterías que dice, bueno, tantas como las que digo yo, es que me inspira tontería y creo que yo a él.Y la pregunta de hoy es:¿qué se pueden decir dos tontos?, pues que va ser, ¡tonterías!.
Claro que no todo es el decorado e influye y mucho, que el desayuno que te sirven que esté muy rico y esa tostada maravillosa y ese buen café de máquina usada y ese ambiente lleno de diversos olores, desde ese olor a tabaco a aromas del buen café. Y parece mentira que esté a 50 metros del mar y que por tanto no me vaya a un bar que tenga vistas al hermoso mar, pero, pero...pero yo creo que los sitios no los elijo yo, ellos me eligen a mi y yo simplemente, me dejo querer por ellos, vamos, que me dejo querer y el resto de ese querer lo ponen las personas que acuden al bar.
Viejos y jóvenes, más viejos y menos viejos (como yo) y todo circula como tiene que circular o sea, en plan anárquico y desordenado, pero siempre funcionando. Y no podía acabar mi perorata sin mencionar a mi querido camarero del alma, al que tiene un sentido del humor desbordante y con el que me río de buena gana todas las mañanas, mi querido camarero y amigo, pues he llegado a un punto en que no se diferenciar entre lo rico que hace el café con leche o lo que me hacen reír las tonterías que dice, bueno, tantas como las que digo yo, es que me inspira tontería y creo que yo a él.Y la pregunta de hoy es:¿qué se pueden decir dos tontos?, pues que va ser, ¡tonterías!.
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