ANDAR...

Mirar, yo echo de menos y mucho a una persona...pero no sé, estoy cansado de perseguir imposibles. Bueno, los persigo igual, pero éste en concreto es como que no, me huele a quemado, me regurgita, me quema por dentro y me destroza. Hay imposibles que es mejor no tocar y porque previamente ya han sido tocados y ya conoces su tacto y su sabor y sobre todo, ya sabes como terminará el embolado, o sea, mal y por cojones. Y no es un debate entre valentía y cobardía, porque a lo mejor lo valiente es no seguir para delante y lo cobarde, es dejarse llevar por la corriente. Los conceptos cambian según el momento y situación, aunque la esencia siempre queda y esa es, que hay que ir al grano de la cuestión. Pero yo ya he ido al grano y he salido gratamente escaldado (malamente escaldado) y señores, de algo hay que aprender.

Y eso que mi lema era y es: "yo solo quiero vivir éste sueño" y hasta que dure...pero ya duró y por tanto, ya pasó. Vivir un sueño, vivir el momento, aprovecharlo, digerirlo, saborearlo...pero hasta ahí llegué o mejor dicho, llegamos...Yo que sé, yo sigo suspirando, pero a que me lleva el suspirar tanto ¿a qué me lleva?. Y mira que yo soy un pedazo de idealista, soy 90% de utopía y 10% de realidad, pero claro, cubierta la utopía te topas y de frente con la puta realidad y en esas estamos, utópicamente cubierto y realmente jodido. Que sí, que quizá en otro mundo, en otra historia, en otro momento, en otra vida tal vez nos volvamos a encontrar...

Las cosas cambian y cambian mucho, en cambio los consuelos casi siempre son iguales y cuando te quedas sin reservas de consuelos acudes a los argumentos divinos, a los argumentos del otro mundo, a los de la otra vida, a los de otro momento y porque al final si has arrasado con lo terrenal solo te queda mirar hacia el cielo. Es que no hay más. O flotas o andas. Y yo floté y ahora, me toca andar y sin tocar, ni sentir, ni aullar, ni reír, ni llorar...simplemente andar y dejar de fumar...

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JULIO CORTÁZAR