DE HASTA AHÍ NO PASO

Tengo clavados trozos de metralla,

 también tengo... algunos días atravesados,

así como...

 unos cuantos huecos dejados por el azar,

y una memoria de instantes fugaces,

y unas caricias sin manos,

          y unas miradas furtivas,

y un rosario de noches en vela,

unos anhelos incomprendidos,

así como tengo en mente...

el dulce sabor de la fruta prohibida,

tu mirada perdida,

la mía buscándote,

y como si fueran encuentros en la tercera fase,

                  yo te digo una cosa

                         y tú me dices otra

 también tengo sitio para los otros huecos...

para nuestras incomprensiones

y un día pasaste por delante de mí

y yo no te vi...

no estaba, me había ido,

no era yo y era el otro,

era el que se proyectaba,

era el que te miraba

y te atravesaba sin entender nada...

pero sin darle más importancia

porque al final, lo que prevalece

es que pasaste por mi vida

y después, emprendiste la huida,

pero hiciste lo que según tú tenías que hacer,

pues para salvar el pellejo y los muebles,

primero hay que mudarse de piel

y en eso has sido mi maestra

y a pesar de todo tengo que decirte,

que me alegro de haberte conocido

y hasta ahí llego

y de hasta ahí no paso.

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JULIO CORTÁZAR