PARA PODER LLEGAR HASTA A TI

Para poder llegar hasta ti,

tuve que tranquilizar 

y adormecer mis sentidos,

ellos me pedían lucha y ardor guerrero

y yo como podía explicarles...

que aquél era un momento de calma sosegada,

de palabras dulces y de sonidos suaves,

y todo bien aderezado

con un hilo musical sumamente desquiciante,

como un laúd tocado con los muñones de los huesos

o como suena el jilguero cuando le aprietas el cuello

(tiempos de mi infancia desalmada)

y tengo que repetir que para llegar a ti, 

tuve que subir quince ocho miles

y a pelo y sin bombona de oxígeno

y menos de butano...

tuve que hacer valer mis viejas piernas,

y desabrochar mis pobres pulmones oxidados,

tuve que escupir al cielo y decir...mira como llueve,

tuve que ascender a plomo y sin anzuelo,

y a cada paso que daba me dejaba el alma a jirones,

pero yo seguía mi propio impulso y mi propio destino

y cada dedo de mi mano se convertía en un garfio de metal pesado,

y cada verso que se arremolinaba dentro de mi mente,

era como tener una catarata de lava y fuego buscando el consuelo del mar en calma...



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JULIO CORTÁZAR