
No, no es lo mío,
lo mío es más rozar que tocar,
es más sentir que eludir,
es querer más y dejarse llevar...
lo mío sabe a intensidad,
a sudor trabajado y agrietado,
a callos en manos y dedos,
y a trabajos forzados en las afueras del mundo...
lo mío huele a húmedo,
es tan intensa mi lluvia y es tan densa,
que soy más ameba que pájaro libre...
y entonces lo mío
suele quedarse debajo del agua
y a la espera de que el charco
poco a poco se vaya secando..
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