Recién saliente de guardia,
con los huevos tocando el suelo,
con mi paciencia por el suelo y destrozada,
con el cansancio como bandera de mi reino,
como otra noche de lucha insomne
y contra los fantasmas de la noche,
como que me deben horas y más horas de sueño,
que las tengo anotadas,
que me iré al juzgado,
que dejaré escrito en algún sitio,
ustedes me deben media vida
y si no quieren devolvérmela en dinero,
pues háganlo en carne
y a lo mejor hoy
me como un filete o un besugo al horno.

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