En mi agujero tengo de todo.
Hay adoquines que un día arranqué
y con toda mi rabia,
del puto suelo de cualquier pueblo o ciudad.
Hay un cartel de una película
robado en una noche de bochornosa borrachera.
Hay cicatrices que se hicieron grietas y agujeros húmedos
donde me supongo que habitan
los habitantes de mi soledad.
Hay preciosos cuadros que un día colgué
y con el propósito de mejorar mi visión del mundo
aunque tampoco hay tantos,
pues con 2 o 3 a mí me llegan,
pero a decir verdad,
poco ha mejorado mi visión del mundo.
Hay muchas tardes de leña en mi chimenea,
hay muchos monólogos que acabaron en discusiones
y es que a veces, no me soporto ni yo mismo,
intento estar en ese equilibrio que nos hace ser más tontos y más aburridos
y por supuesto, más predecibles
y hablar cuando hay que hablar
y no soñar cuando nos dicen que no hay que soñar
y ser oveja obediente pero equilibrada...
y lo siento... pero lo tengo que decir
¡no aguanto más!

No hay comentarios:
Publicar un comentario