Hay una hora bruja...
hay una hora en que se juntan todas las dimensiones
y todas las decisiones,
es la hora bruja...
es la hora de las grandes decisiones.
Y en esa misma hora, me encuentro,
dilucidando, analizando y decidiendo,
en esa hora no caben las dudas,
ni caben las indecisiones,
ni tampoco los perdones,
y menos las flagelaciones,
es la hora bruja...
es la hora de tomar soluciones.
Es difícil discernir entre dos posibilidades,
y más cuando son pura lógica contradictoria,
pero es la hora bruja...
es la última hora que te concede el día.
Cuando el reloj marque las doce,
y cuando las campanas entonen su última melodía,
ahí empezará el verdadero desconcierto,
pues sólo quedan doce segundos,
doce segundos que te descuentan a cuenta gotas,
y ya al filo de la última campanada de las 12,
justo antes de ese definitivo segundo,
es cuando decides por fin, tu destino.
Ésta vez has llegado a tiempo,
pero por desgracia,
no siempre se llega...

No hay comentarios:
Publicar un comentario