Lo que me da la vida,
ahora huele y sabe a pócima.
Te voy a contar un secreto,
ahora soy un ser dependiente de la medicación,
es la primera condición
para ser declarado oficialmente, viejo.
La segunda será que te de un infarto
o un ictus que te deje medio paralizado y medio lelo.
La tercera,
que te prohíban comer grasas
y todo tipo de azúcares.
La cuarta,
que se te caigan todos los dientes
y que mastiques a golpe de encías
lo poco que aún te dejan comer.
La quinta está guardada bajo tierra,
en un hermoso nicho con plantas y flores
y con una lápida de mármol
que pone tu nombre con las fechas de tu nacimiento
y del día de tu fallecimiento.
Mientras un gusano salido de la madre tierra
se pasea por tu lápida de mármol...
Y eso es todo lo que va a quedar de mí.

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