NO HAY AMOR SIN DOLOR




Camino como pisando huevos recién paridos

de puntillas y en modo silencio,

despierto pero entre los laureles del pasado,

cuando me creía alguien

pero en realidad, era lo que soy ahora,

un pobre paria en busca de su zanahoria o quimera.


De los laureles he pasado al picor que tengo por dentro,

me escuece la vida y me arde y me quema,

yo pido intensidad y profundidad

y me dan las sobras de su comida,

yo pido paz y me traen guerra,

yo pido amor y me rompen en dos pedazos

y me parten justo por el espinazo

y entonces me veo en el espejo

y compruebo que no hay amor sin dolor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR