Para dolor...dolor
el de algunos otros que yo conozco.
Mi dolor al lado del suyo
no es comparable
y hasta puede parecer un insulto dicha comparación.
El mío es el dolor cotidiano de cada día
sumado al dolor de un viejo que va camino de ser más viejo.
Pero el suyo resulta ser tan inhumano
que hasta su nombre "dolor oncológico"
no lo representa visualmente ni metafóricamente.
Dolor oncológico...
tortura viviente.
Dolor oncológico...
asesino despiadado
que disfruta como poco a poco se come
y se devora el alma, el cuerpo y por fin, la vida.

No hay comentarios:
Publicar un comentario