UN DÍA...

 

Yo, 

no puedo llorar sobre mis huesos.


De momento

no estoy muerto

y no voy a ser tan simple como para decir

que estoy más vivo que nunca

porque no es verdad...


En fin,

estoy vivo

pero no estoy para echar cohetes,

estoy, como decirlo,

vivo pero en plan decreciente

y esperando que alguien recoja mi testigo

pero que tampoco 

me pida demasiada prisa.


Yo sé lo que me espera

al final de mi vida

y lo que me espera, 

se llama muerte,

pero que nadie ose empujarme hacia ella

y por su ambición ciega.


Un día y de buena mañana

vendrá la muerte con su guadaña

y me dirá al oído

Oye... es tu hora

y yo traspasaré la frontera entre la vida y la muerte

como un suspiro desesperado

que apenas se oirá.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR