A veces parezco ácido,
pero cuando así lo puedo parecer,
me sale una media sonrisa
que afloja mi grado de acidez
y entonces,
me quedo en ese limbo llamado,
ironía.
Tengo en mi ironía:
un poco de acidez
otro poco de fluidez,
unos restos agrios parecidos al vinagre
y un dulzor que me nubla los sentidos
y todo esto bien aderezado
con sal, pimienta y un esbozo de adormidera
que me deja dormido en medio de un campo de amapolas.

No hay comentarios:
Publicar un comentario