Es tan hermoso el olvido
y el hecho de desguazarlo por piezas
y de hacerlo como un coche viejo
y lo que te sirve,
para dentro y hasta la misma cocina
y lo que no te sirve,
para nadie.
Nadie se merece recuerdos malos y peores
ni nadie quiere remover el fondo de las cosas
y en esa medianía nos movemos,
le llamamos vivir
y nos quedamos tan contentos.
Por eso yo decidí
cambiarme de sitio.
Ahora vivo de una franquicia,
les pago
ellos ponen su "gran nombre"
y yo les pongo el sudor y las ganas de cada día.
Es lo malo de vivir en un mundo imperfecto.
Tú sudas mientras ellos se ponen.

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