Sabes...
¡te extraño!
te falto,
me faltas,
y juntos cubrimos las ausencias que están por venir.
Y aquellas de antes
de aquellos viejos tiempos
se quedaron por el camino y perdidas en alguna cuneta
y las de ahora
están ahí
vivas pero apunto de morir.
Y antes de despedirme de ti
te diré
te diré
que el olvido es como una prisión sin rejas
.
.

No hay comentarios:
Publicar un comentario