A veces me involuciono
y me hago más agujero dentro de otro agujero.
Ocupo poco espacio...
quizá una esquina cualquiera,
quizá un borde de precipicio,
o quizá una esquirla de piedra,
y entonces, apago todas mis luces
y durante un tiempo vivo en esa cueva oscura y negra.
Coloco el cartel
"que nadie me moleste"
y me encierro en mi sala de máquinas.
Allí maquino y decido
y pongo y saco y recompongo
y un día o noche me despierto
con ganas de contarle al mundo
que coño es lo que me ha pasado.
Y entonces...lo digo,
.y mientras tanto...
ya estoy pasando página.

No hay comentarios:
Publicar un comentario