Yo quería de ti:
el silencio amable de tu mirada,
la imaginación de la magia de tus dedos,
y la dulce amargura de tus benditos besos...
Yo quería de ti:
un buenos días que llenara mis sentidos,
un poco de tus locas ganas de vivir,
y otro poco de lo que quedaba de tu cuerpo
y todo bien aderezado
con un ligero condimento de deseos.
Yo quería de ti
el suave susurro de tus palabras,
la delicada complicidad de la ironía
el suave murmullo del susurro
y el eterno aroma a tierra mojada.
Y es que yo quería tantas cosas de ti
que ahora estoy pensando
¡que ya no quiero nada!.

No hay comentarios:
Publicar un comentario