En defensa de la vida
hago éste humilde alegato:
Vivir son dos días
y al tercero,
estás bajo toneladas de húmeda tierra.
Vivir es el recorrido
o el trayecto o el viaje
y hay vuelta atrás... pero no del todo
los recuerdos son agua que movieron molinos
pero que si los quieres tocar...no podrás,
los recuerdos son pasado
y son hilos deshilachados de aquella historia.
Yo hice viajes en el tiempo
y puse la marcha atrás
y nunca y nunca pude aterrizar
pues la realidad no es la que hasta ese momento quise recordar,
ni los viejos fantasmas hablaban igual
ni aquella fresca risa de antaño
enseñaba los mismos dientes.
Vivir son dos días
y más vale estar atento y despierto
a todo lo que nos acontece.
En fin...
hay que vivir
y dejar vivir.
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