Llueve sobre mi propio tejado.
Algo de agua de lluvia se cuela
y hace goteras que a su vez,
riegan mis ideas.
Y éstas crecen y se desarrollan
y hay veces, que hasta se enrollan
y se convierten en bolas
que pueden obstruir
mi cadena de productiva.
Y de ahí
vienen mis momentos en blanco
y de mis vivencias coloridas
paso al blanco más puro.
Menos mal que son lapsus momentáneos
duran lo que es un segundo
pero tienen la intensidad de un rayo.
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