LOS PORQUÉS DE LOS PEQUEÑOS DETALLES

 



No sé, cuando estás jodido te vuelves como muy primario y te dedicas a cuidar tus pequeñas cosas. Bueno, eso si te quedas en esa etapa, porque si sigues ahondando en tus miserias, seguramente llegarías a un estado de larva. Por eso todo tiene un límite y ese límite lo pones y estableces tú y yo ahora lo tengo bien marcado y subrayado y de aquí no paso, ni voy a pasar. Yo no quiero pamplinas y falsos argumentos y sobre todo, no quiero "el pobrecito de mi" y todo su penoso baboserío...porque me enervo de solo pensarlo...Yo quiero y de momento, consolarme con cuidar mis preciosas plantas, que por cierto las tengo mareadas por tantos cuidados, porque ahora todo mi esmero y cariño va para ellas y sufro cuando veo que alguna está alicaída.

No sólo las plantas, también la ropa, la limpieza, la comida, las compras, mi higiene corporal, mi habitación y sala de estar, en fin, de todos los pequeños detalles que me rodean y porque necesito transmitir todo mi cariño a mi vida y para eso, no hay como empezar con los pequeños detalles que te rodean. Tengo esa necesidad perentoria de cuidarme, de tratarme con cariño, de darme besos y flores, de cuidar mis hermosas plantas, de acariciar los objetos que significan algo para mí, de sentir que estoy hecho de pequeños y humildes átomos, que lo que me rodea está hecho para mi y porque yo así, lo quise y lo quiero...es como querer sentirse agradecido con los pequeños detalles y porque se lo merecen y porque siempre han estado conmigo.

Aunque yo nunca los abandoné y siempre cuidé de ellos, pero ahora es otra cosa, ahora es como si dependiera de ellos para seguir viviendo. Por eso pasa que...que cuando uno está jodido y bien jodido, nunca debe abandonarse y tiene que saber mirar a su alrededor y entonces y solo entonces, comprenderá la importancia real que tiene cada pequeño detalle en tu vida y porque ese cuadro y porque ese libro y porque es tan hermosa esa planta...y son los porqués de los pequeños detalles...los porqués que dan un sentido a tu vida.

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JULIO CORTÁZAR