Domingo 4 de febrero y se acerca el día D, el día de mi cumpleaños, pero se aproxima en plan sigiloso y como si el cumplir 68 años, no fuera conmigo. Y los cumplo mañana. Y eso no tiene vuelta de hoja. No sé si sentirme orgulloso o levantar bandera blanca y en señal de rendición. 68 años de mi vida y digo mi y porque a lo mejor hay otras vidas hasta desconocidas por nosotros. Quizá haya otra vida en la muerte o a lo mejor, al morirnos nos reencarnamos en otro ser muy distinto a lo que ahora somos. O puede que no, que no haya nada, que nuestra vida ha sido ésta y punto y pelota. Yo me acuerdo que cuando niño, la idea de envejecer era algo impensable, ¿envejecer yo?, si tengo toda la vida por delante. Desde luego no era consciente que la vida es demasiado corta y de repente y como si fuera un golpe de magia, me veo en el espejo y estoy ante un viejo.
Viejo jodido y gruñón, pues no. Viejo pellejo, agradable de ser, disfrutón de la vida, animoso, echado para adelante y con más moral que el Alcoyano (equipo de fútbol que siempre perdía), pues puede que sí. Puede que me acerque más a tal como me veo. Mi problema está en el esqueleto, en sus dolores casi permanentes, en sus articulaciones desgastadas y oxidadas, en esa cadera que resiente con mucha pena,en esas piernas que dan unos cuantos pasos y se quedan sin riego (claudicación intermitente, le llaman) y por haber fumado todo y más. Yo creo que llevo unos 9 años sin fumar y bueno, ahora voy recuperando sabores y olores, pero no fue un efecto inmediato y tardé de 3 a 4 años en sentir sus verdaderos beneficios.
Pero claro, lo de mis piernas ya estaba hecho y esa obstrucción de mis arterias no tiene una solución total. Aunque si pienso en que si siguiera fumando quizá a éstas alturas, estaría en silla de ruedas. Y no exagero nada, pues creo que la circulación sanguínea en mis viejas piernas está al 30% (por tanto, obstrucción del 70%). Pero aún así y todo, voy al gimnasio, juego al padel y con unos dolores que te cagas...pero yo no me rindo fácilmente. Además, si esa gran obstrucción arterial hubiera sido en las arterias del corazón, quizá ahora estaría en el otro mundo. Siempre hay que ver el otro lado de las cosas y no quedarse empantanado en tus propias debilidades y miserias. 68 años y sigo aquí y dando el coñazo. Por lo de pronto, yo sigo vivo y aunque ahora tengo que ir día a día, pues eso que otro día estoy vivo.

No hay comentarios:
Publicar un comentario