Mi primera prioridad debería ser cambiar el mundo. En realidad, lo es...pero hay días en que esa prioridad se hace tan difícil y requiere tanto esfuerzo y sacrificio, que al final me busco una más cómoda y entonces decido cambiar mi vida. Cosa que tampoco resulta tan fácil, pero más fácil que la anterior, sí que es. Claro que si queremos seguir rizando el rizo, seguro que llega un momento en que me tendré que decir, que mientras he ido cambiando mi puta vida, me he dado cuenta de que si no cambio el mundo no podré avanzar hacia donde yo quiero dirigirme. Pero bueno, hasta que uno llegue hasta eso, faltan carros y carretas. Lo que quiero decir, es que uno no puede aplazar sus cambios y en aras de lo que hagan los demás y el mundo entero. Antes, hay tanto camino por recorrer y hay tanta mierda que recoger y transformar y almacenar y seleccionar y filtrar y diferenciar y por supuesto...decidir. El tema no es ir creando santa santorum y ejemplos emblemáticos de santidad, primero porque no los hay y segundo, no se trata de ir idealizándolo todo y pontificando y casi adorando a alguien porque lo haga mejor que tú. Y si lo hace mejor que yo, yo me alegro un huevo y la yema del otro, pero hasta ahí es hasta donde llego y es hasta ahí donde tengo prohibido pasar. A partir de ahí leo un cartel que pone, cuidado con los explosivos y con los desprendimientos de moral. Es decir, a partir de ahí, no me creo nada de la película.Yo valoro o esa intento valorar, el lado humano de las personas y no el lado divino o fantasmagórico, Mi única devoción es valorar el lado humano de la vida y de las personas. Yo prefiero a un tío humano y con todos sus fallos...que al don perfecto en todo pero carente de alma y de fallos humanos. La perfección se la dejo a los don perfectos o a esos engreídos que te miran por encima del hombro, que te saludan como si tú fueras una puta mosca cojonera, que te hablan sin mirarte a los ojos, que te desprecian por tu forma de ser y de estar, que te miran bajo la lupa de sentirse por encima de todos, que si por ellos fuera te pisarían la cabeza con su puta bota de niño bien y facha. Ahora bien, la perfección se la dejaría a ellos, pero previamente marcaría el terreno: por un lado, tenemos a los perfeccionistas clasistas y por el otro, tenemos a los demás humanos y en el medio y en el puto medio, habría un muro tan alto...tan alto...que llegaría a tocar el cielo.O bueno y a lo mejor resulta que hay algunos que piensan que debemos vivir sin barreras y muros. Pues yo no y a joderse toca. Yo quiero a esos chulos de mierda al otro lado del muro y con vigilancia en los muros día y noche. Que ellos no pasen, que no se mezclen con nosotros, que no incordien, que no vengan y nos exploten...que sigan jugando al golf todos los días y que vayan de caza los fines de semana. Que los domingos vayan a misa y que se confiesen diciendo mentiras y que después, se den por el culo en su puta comunión. Que un día a la semana se lo dediquen a la tauromaquia. O que vayan a jugar a la guerra, pero que sean ellos los que estén en el frente y metidos en la puta trinchera...
Mi primera prioridad debería ser cambiar el mundo. En realidad, lo es...pero hay días en que esa prioridad se hace tan difícil y requiere tanto esfuerzo y sacrificio, que al final me busco una más cómoda y entonces decido cambiar mi vida. Cosa que tampoco resulta tan fácil, pero más fácil que la anterior, sí que es. Claro que si queremos seguir rizando el rizo, seguro que llega un momento en que me tendré que decir, que mientras he ido cambiando mi puta vida, me he dado cuenta de que si no cambio el mundo no podré avanzar hacia donde yo quiero dirigirme. Pero bueno, hasta que uno llegue hasta eso, faltan carros y carretas. Lo que quiero decir, es que uno no puede aplazar sus cambios y en aras de lo que hagan los demás y el mundo entero. Antes, hay tanto camino por recorrer y hay tanta mierda que recoger y transformar y almacenar y seleccionar y filtrar y diferenciar y por supuesto...decidir. El tema no es ir creando santa santorum y ejemplos emblemáticos de santidad, primero porque no los hay y segundo, no se trata de ir idealizándolo todo y pontificando y casi adorando a alguien porque lo haga mejor que tú. Y si lo hace mejor que yo, yo me alegro un huevo y la yema del otro, pero hasta ahí es hasta donde llego y es hasta ahí donde tengo prohibido pasar. A partir de ahí leo un cartel que pone, cuidado con los explosivos y con los desprendimientos de moral. Es decir, a partir de ahí, no me creo nada de la película.
Yo valoro o esa intento valorar, el lado humano de las personas y no el lado divino o fantasmagórico, Mi única devoción es valorar el lado humano de la vida y de las personas. Yo prefiero a un tío humano y con todos sus fallos...que al don perfecto en todo pero carente de alma y de fallos humanos. La perfección se la dejo a los don perfectos o a esos engreídos que te miran por encima del hombro, que te saludan como si tú fueras una puta mosca cojonera, que te hablan sin mirarte a los ojos, que te desprecian por tu forma de ser y de estar, que te miran bajo la lupa de sentirse por encima de todos, que si por ellos fuera te pisarían la cabeza con su puta bota de niño bien y facha. Ahora bien, la perfección se la dejaría a ellos, pero previamente marcaría el terreno: por un lado, tenemos a los perfeccionistas clasistas y por el otro, tenemos a los demás humanos y en el medio y en el puto medio, habría un muro tan alto...tan alto...que llegaría a tocar el cielo.
O bueno y a lo mejor resulta que hay algunos que piensan que debemos vivir sin barreras y muros. Pues yo no y a joderse toca. Yo quiero a esos chulos de mierda al otro lado del muro y con vigilancia en los muros día y noche. Que ellos no pasen, que no se mezclen con nosotros, que no incordien, que no vengan y nos exploten...que sigan jugando al golf todos los días y que vayan de caza los fines de semana. Que los domingos vayan a misa y que se confiesen diciendo mentiras y que después, se den por el culo en su puta comunión. Que un día a la semana se lo dediquen a la tauromaquia. O que vayan a jugar a la guerra, pero que sean ellos los que estén en el frente y metidos en la puta trinchera...
No hay comentarios:
Publicar un comentario