LA AVARICIA ROMPE EL SACO (2.013)

 Hoy tiré la casa por la ventana, traje comida de encargo preparada y  para cuatro personas y fueron apenas 30 euros, pues nada, ya se acabó el presupuesto extraordinario del mes, así ando yo de bollante y de sobrado. ¡Joder que mal ando!, si con 30 euros ya se acabaron los extras de todo el mes. Es la realidad que toca, lo poco que me queda es para gastos elementales y vitales, compras de comida y demás mandangas de supervivencia. Bueno que no se diga, que he sabido adaptarme a los malos tiempos y como diría alguien, muchacho que remedio tienes y además jodete sin paliativos, por no saber controlar la pasta y digo y claro está, anteriormente.

Y eso es verdad, la pasta para mí era como el dinero fácil, la pasta entraba y salía tal como venía. El dinero siempre me quemó en el bolsillo y por eso, era de gatillo demasiado fácil. Pero aún así, tengo la obligación de ponerme alguna medallita, pues era así de igual, tanto con poco como con mucho dinero. Pues no todo fueron billetes creciendo en grandes praderas, hubo momentos de estar a dos velas (y muchos, quizá demasiados) y la filosofía bursátil era la misma, sólo que en épocas tiesas podía invitar mucho menos. Me acuerdo que cuando estudiaba oposiciones, que quedábamos a tomar un café por la tarde y algunos currábamos a trozos o sea haciendo sustituciones temporales y otros ya estaban dentro del tinglado de puesto de trabajo fijo y a veces, éramos 4  y en otras ocasiones, unos 6. Pues nada, después de 1 hora empezaba el desfile de salida y cada uno iba pagando su café a escote y a nadie se le ocurría pagar 4 o 6 cafés. Sí digo, 4 o 6 cafés, no 16 ni 50 cafés, sólo 4 o 6 míseros cafés. Bueno, si nos tocaba a un compañero y amigo o a mí salir antes que los demás, cualquiera de los dos pagaba lo de todos a tocateja, pero sólo nosotros dos.

Me he encontrado muchas veces con detalles similares, mejor dicho con detalles peores. Como ir de vinos y sus correspondientes tapas y sin tener que decirlo, pues ya se sabía, al ser así las reglas del juego, que tocaba pagar por orden rotatorio, simplemente una ronda cada uno. Bien hasta ahí bien, pero por ejemplo si éramos 8 no siempre hacíamos la ronda completa o sea a lo mejor hacíamos una ronda de 6 vinos y lo que era curioso y lo era de verdad, era ir comprobando como los dos que quedaban sin pagar, siempre eran los mismos. O esperaban al final, para ver si había suerte y no se completaba la ronda o se iban por el medio inventándose un pretexto. Siempre pensé que personas así no merecen mi respeto, porque de acuerdo que es un detalle, pero un detalle que dice mucho de como es esa persona. Y es que hay que ponerse en su piel y adentrarse en el papel de ellos (voy a intentar ser empático) y entonces quedo con los amigos para tomarme 4 vinos por el morro o es al revés, quedo a tomar 4 vinos y me los tomo gracias a mis amigos. ¿qué es antes el huevo o la gallina?. Aún a éstas alturas no tengo la respuesta que toca, pero lo que si sé, es que es muy difícil hacerte amigo de alguien, que sólo vela por su puto interés de mierda y lo quepara  ellos significas. Porque hablemos claro, estos señores salen con la pasta contada y justa y la exclisivamente necesaria por si acaso los pillas y les toca pagar a tocateja, pero normalmente vuelven a su casa  con la misma pasta que habían cogido antes de salir.

Vale, y esas dos horas que estamos los amigos juntos, ¿que se le pasará por la cabeza a un especimen de estos? o sea si está disfrutando del placer de estar con los amigos o sólo está pensando en como zafarse de no tener que pagar nada. Pues yo en concreto, soy de la opinión de que les preocupa más zafarse de pagar. Que los amigos son como klinex, que se usan y se exprimen y después se tiran, porque en realidad, lo que realmente les importa es la pasta y la amistad es una patraña inventada. Pero puede por encima de todo y de todos, su pasta gansa, su dinero, su avaricia y aunque ellos no lo piensen, su profunda miseria humana. Al final estos señores encuentran su pareja ideal, que les va como anillo al dedo y claro, van dando palos de ciego a diestro y siniestro, y los amigos van desapareciendo, lógicamente, pues se junta la avaricia con la necesidad de multiplicarla por dos. Pues ahora ya son dos, dos para hacermás fácilmente culpables a los demás y para consolarse mutuamente y para reafirmarse en su puta miseria de ratas. Y la pregunta ahora: ¿se darán palos mutuamente? o irán pagando con el método cutre, del ahora me toca a mí y después te toca a tí y tiro porque me toca y yo pagué antes y ayer también pagué, yo y el mes pasado ya te invité a una cocacola o sea que ahora te toca a tí y el final siempre es el mismo discurso cutre y de ave de rapiña y por tanto concluyen: no será mejor que nos tomemos un solo vino y mejor a medias, que así ahorramos más, pensarán el uno y el otro. Como véis es cierto eso que dice: "que la avaricia rompe el saco", ¿o no?.



 



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JULIO CORTÁZAR