Bajo el sol otoñal,
cuando los senderos se cubren de hojas caducas,
y la luz se difumina en colores verdes, amarillos y ocres.
y cuando los bosques descubren sus húmedos secretos,
es cuando la tierra se cubre de ternura.
Yo...en esos días otoñales,
me encuentro conmigo mismo,
y leo, escribo, medito y creo.
Son días de otoño,
donde el castaño exhibe su eterna belleza
donde los desiertos se cubren de verde,
y donde el crepúsculo se tiñe de rojo amarillo.
Son días de otoño,
y si algún día pienso quedarme solo,
será en un día otoñal,
un día con luz tangencial y viento del norte.
Y si ese día llega,
me encerraré en mi guarida,
y
le diré al viento que sople con más fuerza que nunca,
le diré a la lluvia que nunca deje de llover,
y le diré al mar que destroce todo lo construído por el hombre.
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