DÍA 23 DE JULIO


 23. Día 23 de julio y tiro porque me toca y ahora me tocan las fiestas de mi querido pueblo. y debía estar loco de contento, pero resulta que si estoy loco pero no de contento. Estoy loco porque estoy loco y me faltan varios tornillos. Entonces ¿que reivindico?...acaso es la locura. Pero la locura no sé reivindica y porque con estar loco ya es suficiente. Reivindico lo que no tiene nombre ni apellidos, lo frágil y que se rompe en añicos si tú lo dejas ir a su aire, reivindico la fortaleza de lo triste y de la melancolía de aquella tarde de verano y donde te preocupaste por mí y sin saber que iba a ser de lo nuestro. Por cierto, lo nuestro se fue a la mierda y tu preocupación quedó grabada en mi memoria y porque eso te hizo digna y a la dignidad la tengo sobre un pedestal. Aunque digo esto y pocos están de acuerdo conmigo o lo están y lo dicen, pero no lo sienten. Y en verdad, yo reivindico el sentimiento y las agallas que hay que tener para decir...lo siento.

Por mí, que nadie se preocupe, pues tengo un salvavidas que sale a flote cuando se me ablandan las carnes. Yo me preocuparía más por el falserío de los que dicen lo siento y se están caganto en tu puta madre. Y ¿como identificarlos? ¿y como saber de que pie cojean?. Pues no cojean de ningún pie, pero en cambio cojean de sus neuronas y les patina sus neuronas por la maldad que les abarca. Yo a veces, patino sobre mi propia maldad y no me subo a la parra, porque no hay ninguna parra en ésta casa en donde vivo (ya me gustaría a mí disfrutar bajo su sombra), pero si me subo y me encaramo a la piedra más alta y desde allí contemplo todo mi panorama, el tuyo, el mío, el nuestro, el de todos nosotros. Me siento poderoso y al mismo tiempo me siento un mierda que a sus 68 años aún no fue capaz de pagar la hipoteca.

Yo daría un riñón y parte del otro por estar libre de pecado, libre sin hipoteca y entonces. ya podría decir ahora mismo me jubilo. Algunos seres vivientes somos así y cuando compramos algo que nos parece maravilloso nos hipotecamos hasta las cejas y hasta casi los 80 años. Y ¿merece la pena?, pues hasta ahora que voy por 68 mi balance es positivo, pero creo que queda lo peor del asunto y porque hasta los 70 espero poder aguantar. Además, hay que tener en cuenta que ahora (a mis años) la vida va a la velocidad del vértigo, pero claro si tienes como meta poder jubilarte a los 70 años, para llegar hasta ellos, la vida, el mundo, mi historia, la tuya y todo se enlentece y porque parece que nunca vas a llegar.


















No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR