LA NANA


Por un momento...
me apeteció besar tu cara,
y acariciar tus labios y tu pelo
y buscar refugio en tu hermoso cuello,
rozarte con toda la suavidad de mis dedos,
llorar de madrugada cuando se enciendan las luces
hacer burbujas de agua y jabón,
jugar al escondite con mi propio yo,
pensar en el mañana y en lo que vendrá,
rodearme con tus brazos,
añorarte en el silencio de la noche,
amarte hasta la muerte,
quererte sin tenerte,
soñar que sigues conmigo,
que cuando abrazo mi almohada
es tu cuerpo el que yace dormido,
gracias por todo
gracias por nada
y ¡hasta mañana!


















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JULIO CORTÁZAR