Y ahora, me pides calma,
y todo tiene que ir en calma
y el viento y el mar y la lluvia que entren en modo calma
y ya sé, que la calma viene después de la tempestad
y que la calma, es solo eso...,
es calma y tranquilidad.
mis ojos miran con calma,
mis dedos sienten como se mueven con calma,
pero mi alma, no...
mi alma no conoce la calma
ni sabe lo que es la paz interior
y cuando le pedí calma a mi alma,
ella me contestó:
la calma la tendrás en la otra vida
y porque en esta estás condenado
a ser alma apasionada
que no conoce la calma
ni sabe lo que es el perdón.

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