Todos, alguna vez,
y penas que corrían por nuestras venas
y como si fuera lava de una erupción.
Todos, sin excepción,
hemos crecido dentro del caparazón de cada uno
y solo de vez en cuando
nos hemos reído juntos y a carcajadas de todo o de casi todo.
Todos hemos sido niños
y jóvenes y adultos
y ahora, que uno está entrando en un estado de higo paso,
es cuando uno se acuerda
de la belleza de aquella piel joven, suave y tersa.

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