ALQUILO MI CASA (¡¡Que putada!!)

Bueno me voy a ir para la faena, hoy me toca currar todo el día, pero ésta vez en mi casa. Tengo como meta acabar la faena en 10 días, aunque quedan muchos pequeños retoques, normal en una casa ésta, casa tipo caserón. Son cinco habitaciones, tres baños, tres salas de estar y de no estar, un comedor, una amplia cocina, un cuarto de planchar pero en el que casi no plancho, un rebost (una alacena), donde guardo las viandas, una terraza y un pequeño patio, ah¡¡ y un sótano espléndido de unos 60 metros y con un billar de record guinness, el billar más grande del mundo. La verdad es que me siento feliz y contento, pues estoy dejándola como nueva y es de las pocas cosas buenas de tener que alquilarla, que te sientes obligado a currarla y de paso la pasta que sacas, que la necesito como agua de mayo y que lo que hagas ya te queda para tí y por tanto para mejorar tú vida.

                          Alquilar para mí no es fácil, pues la casa significa mucho para mí. Es, como decirlo, mi principal sustento, mi punto de apoyo, mi refugio, mis momentos mejores y peores, mis paredes que siempre me escuchan, en fin, es mi alma infinita y tener que borrarle y aunque sea un mes y medio, mis marcas diarias, mis secretos escondidos, mis detalles de cada día, pues es más que difícil. Pero la crisis azota y es como un monstruo que no tiene compasión y en definitiva, que remedio me queda. Si ello significa una mejora, una mejora económica y una mejora de la casa, pues adelante, que después ya podré disfrutarla yo enteramente, son diez meses y medio, en que tendrá que soportarme.

                         Las casa para mí siempre fueron un punto y aparte en mi vida, pues podía estar más tirado que una colilla, pero la casa, la casa era mi talón de aquiles. Siempre o casi siempre me gustó tenerlas cuidadas, pero sobre todo que tuvieran su encanto, por lo menos que lo tuvieran para mí. La sala de estar, era la sala de máquinas, y según estuviera bien  o mal puesta y con más o menos detalles, indicativa el estado de mi ánimo. Si estaba dejada indicaba que yo lo estaba y si estaba intimista y cálida, pues decía que yo estaba en la misma fase. El resto de la casa no indicaba nada o casi nada, pues el 90% de mi vida en las casas se realizaba en el cuarto de estar, como bien indica el nombre. pero ésta casa en la que vivo, quiero que sea entera mi cuarto de estar, va a ser un cuarto de estar bastante amplio o no.

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JULIO CORTÁZAR