La nostalgia peor, es la de no sentir nada,
y yo siento, os juro que yo siento,
si yo por dentro soy todo sentimientos,
y ellos, son mi alimento y mi aliento,
son mi desayuno, comida, y cena,
e incluso en mi cama les reservo un hueco,
el mismo hueco que hice a mi primer diente,
y en el devenir de la noche,
conmigo se quedan dormidos.
Recuerdos,
recuerdos de aquellos tiempos,
de tiempos pasados por el agua,
lluvias, tormentas y maremotos,
han pasado desde aquella,
pero lo vivido jamás se olvida,
no se olvidan tús risas nerviosas,
ni tú mirada de gata,
ni tú pelo de color miel,
ni tú piel de terciopelo,
todo esto sigue aquí,
y sigue tan vivo como al principio,
y tú me visitas en cada noche,
y me hablas y me cuentas,
y me dices que te pasa,
y yo mientras tanto,
te acaricio el cuello,
y después sigo por la espalda,
y te cuento mis cuitas,
y mis preocupaciones,
y de nuevo te hablo de mis sentimientos,
y te digo que te quiero,
y tú me correspondes dándome besos,
y me abrazas y me deseas,
y los dos nos envolvemos como una caracola,
y hacemos el amor entre abrazos,
te quieros y susurros placenteros,
y así la noche transcurre,
y nosotros no nos enteramos,
hasta que los primeros rayos,
nos saludan a la misma cara,
y ahí, en ese instante,
es cuando yo me despierto de mi sueño,
de mi sueño placentero.

No hay comentarios:
Publicar un comentario