Uy, uy, uy, estoy viendo el plumero, el plumero de lo que me viene por delante. Son de esos flases repentinos o destellos de lo que puede venir o mejor dicho de lo que podría venir si yo no fuera de ésta manera. Y lo digo porque hoy observé que en ésta Isla hay mucha gente sóla y eso que los aborígenes hacen piñas familiares y eso es un buen apoyo, apoyo relativo, pero apoyo al fin y al cabo. Y en ese momento me entró un escalofrío, yo sólo y perdido en ésta Isla también perdida. Porque no es fácil relacionarse en éste ambiente, es cerrado a cal y canto, y dí tú que yo tampoco hago juegos malabares por relacionarme. Estoy sólo y encantado de estarlo.
Claro que ningún pensamiento es cerrado del todo, siempre queda un resquicio y el mío fue el siguiente: y si las cosas cambian y yo dejo de estar tan seguro de mi mismo o me pongo enfermo o me quedo lisiado o ciego y a lo mejor tengo más necesidad de tener a alguien o algunos a mi lado. Pensamiento que se rompió con otro pensamiento, pues en ese mismo momento pasó por delante del banco en que estaba sentado, un viejo lisiado o sea cojo pero cojo del todo y lo primero que se me ocurrió, fue ponerle la zancadilla. No lo hice, pero lo pensé o sea que pequé de pensamiento. El instinto, el instinto malvado y eso me hizo ver y pensar, que quién coño me aguantaría a su lado. Y es que esos pensamientos instintivos y primitivos, me vienen muchas veces y si veo a un ciego, de repente me apetece pasarlo a una hora punta por un semáforo en rojo y dejarlo sólo en el medio de la vorágine de coches. Y si veo a alguien en silla de ruedas lo primero que me fijo, es en que si hay una cuesta con mucha pendiente, para soltarlo sin riendas y ver si le salen alas con las que volar hacia el cielo. Pero mi maldad no sólo salta con las discapacidades, también si veo trajes de boda o de bautizo u otro acontecimiento pomposo, y me dan ganas de pasar a toda hostia en el coche y pisando un charco grande y espléndido y podría contar mil variantes más de mi maldad, de mi maldad infinita. Y siendo así, así como soy, ¿no es mejor que el demonio me lleve?.

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