Y ahora estoy todo retorcido dentro de la tienda de campaña y escribiendo con una sóla mano, no encuentro otra manera de hacerlo, por lo menos de hacerlo tumbado. Tampoco la tienda da para echar muchos cohetes, cabemos dos y entrando agazapados y asi estoy yo, agazapato y de lado, y es que sentado de culo y de momento, no es mi postura ideal. Aún hace calorcito veraniego, los dos, mi hijo Miguel y yo, estamos en bañador y sin camiseta y tan contentos. Para contento mi hijo que es feliz con cada cosa que hacemos. Como ya sabreis y sino lo sabeis os lo digo ahora, mi hijo Miguel es sindrome de Down y es un conquistador nato. Por donde pasa, va conquistando al personal, así que el personal del bar y de la piscina ya está en el bote y ya parece que llevamos aquí 1 mes, cuando sólo llevamos un día. Hoy hemos cumplido lo programado: fútbol, piscina, cena y película. Bueno ya se me duerme brazo sobre el que me apoyo y ya no sé como ponerme.
Esto fue escrito ayer por la noche y después pasaron 2 horas más sin que ninguno de los dos pudiera pegar ojo y debido al calor reinante y hasta que decidí, abrir la puerta de la tienda y de par en par, para que el aire penetrara en esa tumba con forma de tienda de campaña. Después dormimos como lirones y así despertamos, como un par de marmotas. Lo demás acaecido en la acampada, ya lo conté en los otros escritos. Quería poner estas líneas para que vierais que hasta de noche no me olvido de vosotros, mejor dicho, no me olvido de que yo tengo necesidad de escribiros, porque en realidad nadie de vosotros me obliga a tenerlo que hacerlo. yo soy el único responsable y por tanto asumo mi responsabilidad y sus consecuencias (demagogia barata).
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