11-M

Recuerdo ese día como si fuera hoy. Día 11 de marzo de 2.004 y lo recuerdo por dos cosas: una, por el mismo hecho y su consecuente masacre y otra, porque ese día estaba en Barcelona. Me habían soltado del loquero y después de una estancia de un mes. Fue la primera y después hubo otra, 8 años después. Ese día estaba en una cafetería tomando café y esperando a que pasara el tiempo para coger un avión. Y de repente se ven trenes  y trenes y caras de pánico y sangre y heridos y ojos asustados.

Yo no daba crédito, aquello no podía estar pasando y no sabía si estaba viviendo una realidad o aún estaba bajo los efectos de la medicación. Surrealismo dentro de mi cabeza y realismo fuera. Dos luchas de titanes, dos contradicciones un tanto irresolubles. Al final me decanté por el lado realista, pues ya no estaba en el psiquiátrico y mis pies pisaban una cafetería. Me habían dado el alta y me dijeron que me podía ir a casa y entonces ya no había duda ninguna, los atentados eran reales.

Y aquello fue impactante, duro y frío como el acero y el pánico, el pánico en las miradas, en los gestos, en los rostros y la duda, la maldita duda, pues se mezclaban los hechos con los últimos esquejes de mi enfermedad mental. ¿era un sueño? o ¿era una realidad palpable? o ¿era una mezcla de los dos?. Poco a poco y en el lento transcurrir de las horas fui aterrizando y cuando llegué al Aeropuerto del Prat ya creo que era más que consciente. Era una víctima más de los atentados. Después tuve que oír alucinado las primeras impresiones del Gobierno y escuché anodadado a Aznar y su principio de teoría conspiratoria. Esa que unía al PSOE con ETA y también al resto de la izquierda.

Pues han pasado 10 años y ete aquí que me vuelvo a encontrar con la teoría conspiratoria. Los portavoces del Gobierno actual hablando que hay una sentencia, pero, pero si hay otras pruebas que aportar, pues bienvenidas sean. O sea un Gobierno que acepta por bajines que hay una sentencia judicial, pero si hay algo que no se pudo demostrar en aquél momento y se puede resolver ahora, pues eso que en aras de la verdad, habrá que sacarlo.

 Un Gobierno que no acepta su propia legalidad o a las instituciones que dice representar. La teoría de la conspiración es una teoría obsesiva, pues se trata de demostrar su premisa inicial, fue ETA y todo una confabulación judeo masónica. PSOE, ETA, IU, Jueces demócratas y hasta una parte de los policías y militares. Y todo esto, ¿para qué?. Pues para mostrar al mundo y al resto del universo, que los de izquierdas somos unos golpistas. ¡Joder!, parece que los tiempos cambian y no es verdad, no cambian nada, las mismas teorías siniestras que había en el franquismo. ¿volveremos a esos viejos tiempos?.

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JULIO CORTÁZAR