
No hay nada más que lo que ves,
no hay trampas,
no hay dobles sentidos,
no hay señales de prohibición,
y es que lo que ves,
es lo que hay,
y no hay dobles intenciones,
y detrás de cada palabra no hay un asunto turbio,
todo es claro y evidente,
y todo es lucidez.
Todo,
absolutamente todo,
es una selva cristal,
y es frágil y quebradizo,
y sensible como es el tacto de mi piel,
y limpio de nítido
y a veces estúpido,
pues el pensamiento a veces se contradice,
y pone nombres y sin saber el porqué.
Hoy estoy tranquilo
y en realidad me subo por las paredes,
hoy estoy sereno
y entonces solo espero,
y me fumo un cigarrillo con desgana,
y miro con desdén a mi alrededor,
y busco y rebusco entre historias y miedos,
y busco en realidad,
un hilo de conexión,
algo que me ate al pasado,
algo que me una al presente,
algo que me proyecte,
y algo,
y sobre todo algo
que me haga pensar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario