CRÉDULOS Y EL BANCO VATICANO

Me encantan las personas crédulas, de esas que cuentes lo que cuentes te van a creer igual. Y aunque lo que digas esté lleno de ironía palpable y pausible, ellas te creerán igual. Esto viene a cuento de que escribí algo sobre "el peso de las cosas" e ironizando claramente sobre ello. Pues nada que hubo una persona que me escribió preocupada por mi situación y hasta me hizo una serie de recomendaciones, que si debía hacer la compra igual, que si debía agacharme todos los días y que aún era joven para rendirme. En principio me quedé de piedra, pues no lograba entender como esa persona no captaba la ironía, pero después me quedé eternamente agradecido hacia esa persona.

Se le notaba verdadera preocupación sobre mi caso y con una sinceridad apabullante me daba ánimos y consejos. Gracias y gracias de corazón. No hay muchas personas así o por lo menos yo no me las encuentro. Pero es verdad, que uno es crédulo si quiere serlo, pues en el fondo lo que hay es aprecio y cariño hacia ti y con ese velo siempre te verá. Y ¿qué le voy a decir?, pues nada, nada en absoluto y porque lo que le gusta a cualquiera es que le quieran y da igual la verdad de los hechos. Ya se sabe que por un poco de cariño vendes tu alma al Demonio y sino la vendes, la alquilas y sino le pides al banco un crédito hipotecario, que fácilmente te lo concederá.

Le pido un crédito hipotecario sobre mi alma, que está en primera línea de playa y tiene una hermosas vistas al mar. Y eso ¿quién lo niega?, nadie que tenga alma. Bueno y si te lo niegan también queda el Banco del Vaticano, que en asuntos de almas debe saber más. El Banco Vaticano, que eufemismo. Ellos solo hablan de espíritus y de almas y no del mundo material y la realidad es la contraria, la pasta y los paraísos fiscales y sobre todo el amasar dinero y mejor si es a costa de los demás.

Y al alza, ¿cuanto vale un alma?, pues depende de si es africana, americana, asiática o europea y por tanto depende de la Bolsa bursátil. De todas formas hoy un alma vale poco, vale más un cuerpo danone, vale más un cuerpo inyectado con esteroides, y valen más las dietas que el comer sano. Así va el mundo de hoy, unos se ceban como auténticos cerdos y otros comen aire contaminado.

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