IMPOTENCIA Y VIAGRA

Son las 3 de la tarde y yo sigo aquí. Menos mal que me he sacado un billete de avión y para ir a mi tierra gaditana y en Semana Santa. Menos mal que me voy a escapar, porque sino me va salir moho en mis cojones de Mandril. Y el moho al final crea impotencia. Es como esos anuncios que hablan sobre la impotencia y que siempre acaban igual, acuda a su médico. Y yo me pregunto que coño le puede decir el médico sobre su puta impotencia, en tal caso le meterá el dedo por el culo y así palpará su Próstata y le dirá si la patata ha crecido o disminuido y ya está.

Eres impotente y te meten el dedo por el culo. Es como decir, doctor me duele la boca y va el médico y te examina la pierna izquierda. Porque ya sé, que relación hay con todo, que hay un hilo invisible que todo lo une, pero de ahí,  a relacionar la boca con las uñas de los pies, hay un abismo por el medio. Pero bueno a lo mejor es mi concepto el que falla y uno es impotente porque no lo examina el médico y punto.

 Después dos Viagras estiradas y estiradas para que duren más y dos polvos al mes. Y cuidado pues según edades y patologías la Viagra está más que prohibida. No es al primer viejo que atiendo por un Infarto y después de haberse tragado la pastilla. Claro que el tío puedo dejar el pabellón bien alto y decir que por lo menos, la he pringado con la polla tiesa.

 Es un orgullo para un hombre morir de esa manera y con el mástil en alto. Después la pobre mujer te dice asustada, que ella ya se lo había dicho y advertido, pero que él no oía ni escuchaba, él solo quería echar un polvo. Bueno tampoco está tan mal, morir follando. Yo me pido ser el primero para morir de esa manera. Ya que follo poco, por lo menos que se cumpla mi último deseo.

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