EL ATRAPADOR DE SUEÑOS

Claro que si no como, puedo tener más tiempo. Arañar minutos y robar segundos, ese es mi lema y mi bandera y sí comeré, solo que más tarde y más rápido. ¡Joder!, hoy en día  todo tiene que ir a velocidades astronómicas. Es como el tema del ordenador, si has probado la mayor de las velocidades, después si ésta baja, parece que todo va a pedales. Como me pasa a mí, que el curre tengo velocidad más o menos pasable y en mi casa tengo a una tortuga mensajera. Y como me desespero cuando algo tarda en abrirse o cerrarse o en ser enviado, si es que entran ganas de romperlo a hostias.

Eso es lo mismo que cuando pruebas un buga cojonudo y después te montas en el tuyo y que si no fuera por la pasta, te irías directamente con tu bugati al cementerio de coches. Pero bueno esa es la primera impresión, la segunda, sería que venderías el tuyo y piensas que también si vendes tú casa, a lo mejor te alcanza la pasta. Y la tercera opción y por desgracia la más frecuente, es que te olvidas del buga cojonudo y simplemente te conformas con el que tienes. Demasiadas prisas llevamos, demasiada velocidad para un solo cuerpo.

Claro que de esto se puede concluir que es preferible no probar otra cosa mejor. Bueno probar se puede probar de todo y seguramente todo lo que pruebes será mejor de lo que tienes, pero bueno y para está el realismo materialista, ese que se llama "pasta gansa", que es el real "atrapador de los sueños". Es como un filtro por donde pasan los sueños y de ahí solo salen las realidades. Es como esos aros que hacían los indios y donde quedaban atrapados los malos sueños o pesadillas, pero éste atrapador de sueños en concreto, está hecho con billetes de euro o de dólar y que por desgracia, la mayoría de los sueños se quedan atrapados entre esos billetes siempre insuficientes. A lo mejor tienen un imán escondido. ¿Quién sabe?.

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JULIO CORTÁZAR