Apenas me queda nada,quizá un poco de calderilla en el
bolsillo,
y unas cuantas ideas dispersas,
y un cuerpo que no me merezco,
un cuerpo maltratado y vilipendiado,
un cuerpo torturado por mis manos,
y también por el poder de mi
inteligencia,
pues mi cuerpo fue una carcasa,
y un apéndice más de mis neuronas,
y ese fue mi cuerpo,
y así lo fue y lo fue hasta ahora,
y hoy, solo es ceniza de una hoguera,
y se muestra a veces como un ser vivo,
y en otras, como un compañero de aventuras,
y yo le pido algo,
y él me lo devuelve y con creces,
y es que ahora,
yo le pido perdón
y le muestro mi arrepentimiento,
ahora sé que es mi único cuerpo,
y que como no lo cuide,
se rebelará, al fin, contra mi tiranía.
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