Esto de las estadísticas es un poco pasada. A veces las preguntas no son claras y nítidas y en cambio la respuesta es sí o es no y a lo mejor no es sí ni es no, es algo de ambas. Pero como es estadística ya dada y masticada, no te queda otra que no contestar y por no poder explicar tus pensamientos. Las estadísticas no admiten pensamientos, solo datos y datos y de esos datos van a un puto ordenador y extrae los resultados.Pero después sí los admiten y cuando son publicados, pues va el periodista de turno y los interpreta bajo el filtro de sus pensamientos. O sea tu no puedes explayarte en tus razonamientos, pero un periodista listillo sí que puede.
Las estadísticas se manejan, como se maneja todo. Hay un conjunto de datos y datos que caen en manos de un tío que les da forma y estructura y al final y salvo que sean estadísticas abrumadoras, el tío con ellas hace lo que quiere. Un no, puede ser un no, pero también puede ser un no condicionado y si la pregunta no es clara y tiene otro trasfondo, el tío listillo coge e interpreta el no a su manera. Por eso hacen preguntas tendenciosas y para que le dejen un margen y sobre todo, para que puedan ser manipuladas.
Es como aquella pregunta en el referéndum de la OTAN y que fue planteada por el Gobierno del PSOE: No a la Otan u Otan de entrada sí. Y salió ésta última opción y entrar entramos, pero seguimos esperando su segunda parte, el que nos pregunten si queremos seguir, pues el período entrada ya pasó hace mucho tiempo. O como el plebiscito sobre la Constitución, en que se debatía entre el sí y el no y salió el sí, pero el sí no es para siempre y nadie nos volvió a preguntar si queríamos reformarla o cambiarla o darle la vuelta. Después coge el chorizo político de turno y le cambia algunas cosas y tal como hizo el pusilánime del Zapatero. O sea que la Constitución es sagrada para el pueblo y en cambio los políticos de turno, la tocan, la soban y hasta le meten mano.Pues los resultados de mis estadísticas, me dicen que éste circo mediático que tienen montado los políticos, es una mierda de tinglado. Y me baso en datos y en pensamientos humanos, pues lo mismo que hay miseria y penurias, también hay pobreza intelectual y científica y eso indica que un país está más muerto que vivo. Pero en época electoral, como la actual, lo negro se vuelve blanco y lo oscuro en claridad apabullante. Señores para que os enteréis y para que os enteréis de una puta vez: ¡ya se ve la luz al final del túnel!.
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