AGENCIAS DE LIGUES

Yo cuando quedo para una cita me gusta arreglarme, quiero que piensen que soy un chico natural y que además así disimulo que soy un guarro. Me encanta esto de los ligues por internet, más bien me apasionan. O sea que yo me pido una cita con una tía que no conozco, pero que tiene los ojos verdes y unas buenas tetas como yo quiero y como yo pedí y ¡zasca! y me enamoro como un piojo. Y si no sirve esa tipa tengo 50 más que puedo escoger y ellas a mi, claro.
Eso es como decir que uno ya tiene un prototipo de tía y sobre ese prototipo se hace un muestreo. Y lo peor de todo no son el  tener las características físicas predeterminadas, sino que después le añades las psíquicas o sea que la quiero sincera, sumisa y que no hable. ¡Pues coño!, pide una muñeca hinchable. Porque al final seamos sinceros, cuando uno pide algo, siempre barre para su casa y al final, se quiere lo que no se tiene o lo que no se tuvo y si por cualquier circunstancia tú saliste escarmentado de un tía peleona, ¿qué vas a pedir?, pues una tía sumisa.

Así se pierde ese halo que envuelve al ligue y a que te pueda gustar una persona que en principio es totalmente contradictoria a tus deseos. Y entiendo la soledad y la falta de alternativas, pues yo las sufro en carne propia, pero hay cosas que me escaman y que me ponen en sobreaviso. Tampoco niego ninguna alternativa y ésta puede ser una más entre todas las que hay, pero lo que yo quiero decir es que hay que tener cuidado con mercantilización de los sentimientos.

Los sentimientos no se consiguen a base de sumar virtudes y de restar defectos y de poner los resultados en una balanza. Los sentimientos no se miden por el tamaño de las tetas ni por la cuantía del paquete, ni porque sea sumisa y tu un tío imponente, si fuera tan fácil, éste invento de citas a través de internet, nunca fallaría. Y parece que falla y más de lo que se dice y si falla es porque fallaste en la elección o fallo la otra persona y no se dice nada o se dice más bien que repitas, pues el negociete tiene que seguir marchando.

Si el mundo de los sentimientos no los entendemos ninguno de nosotros y no sabemos cuales son las claves de su funcionamiento y como van a venir un par de listillos de internet a explicarnos de que va el tema. Y además como se pueden definir las cualidades o los defectos de una persona y si cada persona es un mundo distinto. A no ser que queramos tener lo que nunca tuvimos, estar acompañados de una fotocopia de alguien a quién nunca pudimos tener. O simplemente es el miedo a estar solo, lo que te hace decidirte y todo esto es legal y respetable, pero no confundamos los sentimientos con asuntos más banales.

Yo defiendo los sentimientos y por encima de todo y puede que por esa defensa me muera solo y como un perro, puede. Pero también seré un perro digno y por eso reclamo la dignidad de los sentimientos, al resto se le podrá llamar lo que se quiera, pero nunca o casi nunca se le podrá poner el nombre de sentimientos. 

¿O es que nunca ha pasado que puedas enamorarte de una persona con la que en principio chocas?. Pues a mi si me ha pasado y además se me rompieron todos los esquemas. Por tanto y concluyo, que aquí en ésta historia, no hay esquema que valga y puede que en estos ligues salga algo y puede que no, pero que no nos planteen que esa es la única solución a nuestros problemas sentimentales y más cuando es un negocio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR