Bueno pues el mundo avanza y avanza hacia no sé donde, pero avanza. Y sigue el viejo pulso entre los países más poderosos de la Tierra, EEUU y Rusia y ahora se les da por jugar en Ucrania. Ahora muevo yo ficha y después la mueve el otro y nosotros como invitados de piedra viendo su juego estratégico. Y lo peor de todo es que hay algunos y que son muchos más de los que pensamos que se sienten partícipes y van y apoyan a uno u otro. Pues tiene delito la cosa, que aún encima de ser unos pardillos, nos tengamos que pronunciar en sus juegos de niños.
Si al final de tanto ir el cántaro a la fuente, se rompe. Pues es un juego muy peligroso y hay factores que a veces no se cuentan y al final son fundamentales. Pues por el medio del tinglado hay un pueblo o varios pueblos y que están compuestos de personas y si ese juego trae la muerte en masa, las cosas pueden y deben cambiar a peor. Qué mundo de mierda tenemos, sino no pintamos nada en él y por mucho que uno diga, ¡basta! y dejémonos de guerras por intereses, no nos escucharán nunca, bueno no nos escucharán hasta que cambien las tornas.
Pero de momento a chupar más estrategias geopolíticas. Si el mundo es como un gran pastel y a nosotros nos tocó la peor parte del pastel, la de ser unos invitados congelados. Y ni democracia ni hostias benditas, aquí solo pesan los intereses de los peces grandes. ¿Y si se le escapa de la manos todo el tinglado? y resulta que de Ucrania salta una chispa que nos meta de lleno en otra Guerra Mundial. No penséis que el riesgo es muy lejano y además como no encuentran la solución definitiva para resolver éste crisis de mierda y una guerra mundial es un caramelo demasiado goloso. Al fin y al cabo, unos millones menos de personas y unas ganancias de dinero bestiales para las multinacionales. Y así sí que se saldría de la crisis.
Si al final de tanto ir el cántaro a la fuente, se rompe. Pues es un juego muy peligroso y hay factores que a veces no se cuentan y al final son fundamentales. Pues por el medio del tinglado hay un pueblo o varios pueblos y que están compuestos de personas y si ese juego trae la muerte en masa, las cosas pueden y deben cambiar a peor. Qué mundo de mierda tenemos, sino no pintamos nada en él y por mucho que uno diga, ¡basta! y dejémonos de guerras por intereses, no nos escucharán nunca, bueno no nos escucharán hasta que cambien las tornas.Pero de momento a chupar más estrategias geopolíticas. Si el mundo es como un gran pastel y a nosotros nos tocó la peor parte del pastel, la de ser unos invitados congelados. Y ni democracia ni hostias benditas, aquí solo pesan los intereses de los peces grandes. ¿Y si se le escapa de la manos todo el tinglado? y resulta que de Ucrania salta una chispa que nos meta de lleno en otra Guerra Mundial. No penséis que el riesgo es muy lejano y además como no encuentran la solución definitiva para resolver éste crisis de mierda y una guerra mundial es un caramelo demasiado goloso. Al fin y al cabo, unos millones menos de personas y unas ganancias de dinero bestiales para las multinacionales. Y así sí que se saldría de la crisis.
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