Qué gusto da vivir con las ventanas abiertas y que penetre esa claridad desbordante. Queda poco para que el sol caliente mi espalda, mi ancha espalda, esa que tanto me caracteriza o por lo menos que tanto me caracteriza para que no me sirvan las tallas de la ropa. Camisas y polos y que me quedan como un guante, pero viene mi ancha espalda y jode el invento y que remedio me queda, que buscarme una talla más grande. El que yo sea físicamente ancho de espalda, no significa que sea ancho de espalda en cuanto a paciencia, más bien al contrario, tengo una paciencia muy limitada.Hubo tiempos atrás en que me dotaba de paciencia y me gustaba escuchar a la gente y sabía escuchar y hasta me gustaba. Y supongo que de aquellas llené mis depósitos de paciencia, porque a partir de ahí, escucho pero pongo un tiempo límite. Porque ahora me cuesta soportar a los que van contando su vida y que suelen coincidir con los "pobrecitos de mí". Pobrecito de mi y como sufro y pobrecito de mi y que mal lo paso y pobrecito de mí que estoy solo o pobrecito de mí que nadie me quiere. Pues a mi tampoco, ¡hostia! y no por ello voy de pobrecito y dando pena.
El "pobrecito de mí", tiene paciencia, pero solo la tiene para poder soltarte sus penas. Espera y espera y cuando ve una fisura en su receptor de penas, va y se lanza a ciegas y sin paracaídas y a todo trapo. Y de repente tú te sientes atrapado en una telaraña de profundas penas y cuando piensas que ya está, que ya te ha contado su pena más grande, va el tío y te suelta una retahíla de penas aún mayores. Para el que vive dentro del mundo de las penas, siempre hay una pena mayor en el horizonte.Yo con estos elementos y por desgracia tan abundantes, no puedo. No soporto al colgado de las penas, vamos que soporto la primera y por educación malsana, pero a la segunda pena, se me erizan los pelos del culo y ahí ya lo mando directamente a tomar por el culo. ¡Coño!, que pongan un "Penario" y donde se junten todos estos elementos sueltos. No se hicieron Lazaretos para los leprosos y tuberculosos, pues nada en una Isla bien aislada que construyan un gran Penario y es que además añado, que es una enfermedad infecto contagiosa que se transmite por los lloros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario