Yo no sé para que nos comemos tanto el coco, si el equilibrio entre el bien y el mal, siempre cae del lado malo. Los humanos somos expertos en maldades y si creíamos que la mayor maldad del mundo la cometieron los nazis con sus campos de exterminio, pues nos equivocamos, porque después hubo unos cuantos genocidios más y quizá el genocidio de Ruanda es que el que se llevó la palma, millones de muertos y muertos por manos humanas o por fusiles disparados por manos humanas.La maldad tiene escuela y son siglos de aprendizaje. La bondad es una entelequia que siempre se persigue y nunca se consigue. La maldad ya nació con el primer hombre y después la humanidad simplemente la fue desarrollando. La historia es una sucesión interminable de guerras y de batallas, siempre muertos y más muertos y por razones más que banales y sobre todo, por odios intestinales.
Visto desde la perspectiva que da la historia, las razones de las guerras son irracionales, pues nunca y nunca hay una razón para una guerra. Pero estamos educados y acostumbrados a reaccionar agresivamente y si alguien te toca es porque quiere hacerte daño y no nos paramos a pensar que si te tocan es a lo mejor porque simplemente somos seres humanos y tenemos esa necesidad de tocar. Causa y efecto y efecto y causa y no hay quién rompa éste círculo vicioso.Y si hay miles de seres humanos africanos que necesitan saltar la verja de la frontera, no pensamos que es porque están muertos de hambre, sino que pensamos que si entran nos van a quitar nuestras comodidades. Así somos los humanos, egoísmo malvado y el combustible del egoísmo, es el miedo. El miedo carga al mundo de razones para hacer guerras, genocidios y limpiezas étnicas.Y el miedo es el verdadero origen de todas las maldades.
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