Y como van varios anuncios de ese tipo y por tanto si insisten tanto en el tema, no me queda otro remedio que entrar al trapo. Lo digo por esos anuncios que quieren vender cremas y óvulos para los hongos vaginales. Y es que empiezan todos con más menos lo mismo: no me escondo y no tengo vergüenza y me pica aquí, aquí en la almeja y me dijo mi Ginecólogo que tengo Candidiasis vaginal. Que son hongos, pero de la rama de las Cándidas y que les gusta anidar en las partes más húmedas y por eso se quedan en el Chocho, pero también entre los dedos de los pies (aquí por humedad de sudores).
Y perdonen por mi ignorancia, pero las Cándidas dan picores, pero sobre todo dan un olor asqueroso a almeja podrida y eso es casi equivalente a sumergirte en una poza negra. Y está bien reconocerlo, pero tampoco es para echar cohetes y publicarlo en el periódico, digo yo. Después, que si te pasa una vez ya sabes de que va todo el tinglado, pues esos picores incoercibles y el olor a poza negra, son muy característicos. Y de tú Ginecólogo, ¡y un carajo!, será el médico de urgencias o de cabecera, quién te recetó los medicamentos y los emplastes. Qué no están los tiempos para pagarse la consulta de un ginecólogo particular y privado y si esperas por el de la Seguridad Social, ya no serán hongos y por tanto serán repollos.
Unos óvulos vaginales y una cremita y arreando que es gerundio. Y no por ello hay que meter a las tías infectadas en una leprosería y aislarlas del resto de los humanos, pues es una enfermedad como otra cualquiera, solo que ésta es un poco más guarrindonga . O sea que ni tanto ni tan calvo y está bien reivindicarse, pero tampoco es cuestión de contarlo en las asambleas y en las manifestaciones o que sea parte de un discurso de un pregón de las fiestas. Prudencia y sobre todo algo que tape los malos olores a
almeja putrefacta.
Y perdonen por mi ignorancia, pero las Cándidas dan picores, pero sobre todo dan un olor asqueroso a almeja podrida y eso es casi equivalente a sumergirte en una poza negra. Y está bien reconocerlo, pero tampoco es para echar cohetes y publicarlo en el periódico, digo yo. Después, que si te pasa una vez ya sabes de que va todo el tinglado, pues esos picores incoercibles y el olor a poza negra, son muy característicos. Y de tú Ginecólogo, ¡y un carajo!, será el médico de urgencias o de cabecera, quién te recetó los medicamentos y los emplastes. Qué no están los tiempos para pagarse la consulta de un ginecólogo particular y privado y si esperas por el de la Seguridad Social, ya no serán hongos y por tanto serán repollos.Unos óvulos vaginales y una cremita y arreando que es gerundio. Y no por ello hay que meter a las tías infectadas en una leprosería y aislarlas del resto de los humanos, pues es una enfermedad como otra cualquiera, solo que ésta es un poco más guarrindonga . O sea que ni tanto ni tan calvo y está bien reivindicarse, pero tampoco es cuestión de contarlo en las asambleas y en las manifestaciones o que sea parte de un discurso de un pregón de las fiestas. Prudencia y sobre todo algo que tape los malos olores a
almeja putrefacta.
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