Bueno, pues como dije antes el día es espléndido y para mi desgracia han vuelto los pajaritos a mi ventana, los pajaritos no, su pío pío y que penetra en mi cabeza como un taladro. Eso es parecido al sonido de las Cigarras en un día de Verano y que son sonidos tan penetrantes que parece que están follando, pero sin parar y de contínuo o sea sin quitarla. Bueno pues nada, hay quién le hace hasta poesías a lo pajaritos y a las cigarras. Pero eso pasa también con las Gaviotas con sus graznidos, pues a las Gaviotas se les quiso dar ese aire romántico de libertad y cuando se dieron cuenta que eran unas putas carroñeras, ya era demasiado tarde. A una rata de alcantarilla le pones dos alas y ya está hecha una Gaviota
Y no se sabe que está antes, el huevo o la gallina. Porque, qué fueron antes, ratas y por tanto, sin alas o es al revés y un día a la gaviotas se les cayeron las alas y pasaron a ser ratas. Y los pajaritos a lo mejor tienen relación con los ratoncitos de campo, esos que son tan simpáticos y que tocan tanto los cojones. Porque como se cuele uno en tú casa se te va todo el ecologismo positivista al carajo, pues sus pequeños e intranscentes ruiditos, se convierten en infernales y es que de noche parece que llevan incorporado un megáfono. Insomnios e insomnios por culpa del puto ratoncito, sí ese que es tan simpático y pequeñito y al que hay que matar y porque sino te vuelves loco.
La verdad es que como siga así, me voy a cargar a todos los animalitos. Pues puede, porque cuando tengo que comprar algún veneno para fumigar a un animalito en concreto, me leo a fondo sus indicaciones y al final siempre me convence, el que se cargue más pequeños animalitos. Sí, porque la lista es larga y muy larga y uno empieza con las pulgas y sigue con las cucarachas y después vienen las moscas y mosquitos y pasando por las arañas y garrapatas y en conclusión, tú quieres cargarte todo lo que se menea y cuanto más pequeñito sea el bicho, más ganas te entran de querer cargártelo. Esto es lo mismo que pasa con los Políticos, que son una plaga maldita y que había que fumigarlos.
Y no se sabe que está antes, el huevo o la gallina. Porque, qué fueron antes, ratas y por tanto, sin alas o es al revés y un día a la gaviotas se les cayeron las alas y pasaron a ser ratas. Y los pajaritos a lo mejor tienen relación con los ratoncitos de campo, esos que son tan simpáticos y que tocan tanto los cojones. Porque como se cuele uno en tú casa se te va todo el ecologismo positivista al carajo, pues sus pequeños e intranscentes ruiditos, se convierten en infernales y es que de noche parece que llevan incorporado un megáfono. Insomnios e insomnios por culpa del puto ratoncito, sí ese que es tan simpático y pequeñito y al que hay que matar y porque sino te vuelves loco.
La verdad es que como siga así, me voy a cargar a todos los animalitos. Pues puede, porque cuando tengo que comprar algún veneno para fumigar a un animalito en concreto, me leo a fondo sus indicaciones y al final siempre me convence, el que se cargue más pequeños animalitos. Sí, porque la lista es larga y muy larga y uno empieza con las pulgas y sigue con las cucarachas y después vienen las moscas y mosquitos y pasando por las arañas y garrapatas y en conclusión, tú quieres cargarte todo lo que se menea y cuanto más pequeñito sea el bicho, más ganas te entran de querer cargártelo. Esto es lo mismo que pasa con los Políticos, que son una plaga maldita y que había que fumigarlos.

No hay comentarios:
Publicar un comentario