No sé como se dicen o se debían decir las verdades. Porque yo las diga y las digo, claras y meridianas y casi nadie me hace caso. Quizá falle el lenguaje o la estructura de las frases o que la idea en sí sea buena, pero no su desarrollo. Yo que sé, pero lo si sé es el resultado y el resultado es pobre en audiencia y además observo que cuantas más verdades digo, menos se me escucha. Y no estoy hablando de Dios y de sus verdades divinos, estoy hablando de mi y de mis verdades humanas. Por tanto sé que tiene fallos y malas argumentaciones, pero el que quiere coger el sentido de mis frases, lo coge y lo coge si tiene buenas intenciones.Porque el que quiere coger las frases por los hilos o por los descosidos que yo voy dejando, lo tiene más que fácil. Hay 100.000 fallos o malas expresiones. Y el que quiere leer en positivo y quiere quedarse con el meollo o esencia o la copla de las verdades, creo que le estoy brindando una oportunidad más de ponerse a pensar. Pues mi función no es hacer un catálogo de las verdades, mi función es plantearlas y el resto es producto de cada uno, de su pensamiento y también de sus prejuicios.
No hay verdades universales, hay verdades que solo valen para plantar más verdades y por tanto, para poder ir deshechando las falsedades. Y entre todos poner cuatro puntos en común y cuatro puntos en abierto y siempre estar dispuestos a escuchar las aportaciones de los demás. Pues para producir, lo más importante es saber observar y escuchar y oír y sentir y por supuesto, ver. Todos los sentidos puestos en la faena de intentar ponerse de acuerdo. Pero para ello hace falta intercambio de ideas y discusiones claras y atrevimiento, mucho atrevimiento, pues yo soy el primer atrevido y con el paso del tiempo he roto mi inicial timidez y ahora la verdad, es que me atrevo con todo.Decir verdades, decir quimeras, decir pensamientos raros y extraños y decir sentimientos que vayan por dentro y ahí es donde está el único secreto y que no es otro, que decir todo lo que piensas. Y al parecer y lo digo por propia experiencia, una vez que te sueltas, ya no hay forma de volver hacia atrás, pues ya te has metido por un camino sin retorno. Y es un descubrimiento y es un mundo nuevo, un mundo lleno de pequeños detalles y un mundo en el que te conoces de otra manera. Las verdades como puños, no duelen, solo te duele el puño cuando golpeas, pero eso, es un dolor transitorio y que después pasa.
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