CAMPANAS

Ahora suenan las campanas de la Iglesia y suenan como cansinas. Podía el cura tocarse mejor los huevos y así no molestaría a nadie con sus ruidos molestos. ¿Qué si me molesta el ruido?, pues sí que me molesta mucho, claro que hay ruidos y ruidos y lógicamente unos me molestan más que otros.¿Y porque yo que no soy creyente tengo que aguantar el puto ruido de sus campanas molestas?, pues porque éste es un estado aconfesional y no se pronuncia por ninguna religión y por tanto, no deja tocar las campanas y entonces todo son alucinaciones mías, sólo que son auditivas.

Así debía ser, así debía de ser de aséptico el tema. y un Estado no sabe ni contesta de asuntos religiosos y además les tendría que hacer pagar a la Iglesia sus impuestos, vamos como pagamos todos. Y hablan de los Ayatolás y de los Talibanes y menudo engendro de tíos y mira que son radicales religiosos y vamos y nosotros tenemos delante otro ejemplo más de lo que pasarse en temas religiosos. Pero bueno, mientras de votos a los políticos ir a las procesiones del pueblo y a las de semana santa, seguiremos por el mismo camino y las campanas seguirán sonando.

Los no creyentes seguiremos sufriendo, pero como somos cuatro gatos los declarados oficialmente, no tenemos el poder de restarles votos. Al fin y al cabo, somos como una mierda pinchada a un palo, pero una mierda que se enorgullece de serlo y lo que es para unos una mierda, para otros es rico caramelo y más lo soy yo ahora, que soy diabético, diabético pero no sordo, ¡coño!.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR